lunes, 28 de enero de 2013

Lo más vital


Esta mañana han venido una madre y sus dos hijos pequeños a visitar a su tío Aurelio, recientemente fallecido tras ahogarse en el fondo de un pozo al tratar de rescatar a una gallina. La visita ha durado poco, ya que según he podido escuchar,  los niños tenían que ir a clase de inglés en media hora,  a conservatorio una hora más tarde, y a la escuela de fútbol después, saliendo justo para ir a cenar, cepillarse los dientes y acostarse una ocho o nueve horas, hasta el momento de despertarse para ir durante siete horas a la escuela, y vuelta a empezar. Es gracioso como los padres piensan que así preparan a sus hijos para el día de mañana, cuando en realidad los preparan para sufrir infinidad de enfermedades nerviosas, neurológicas o cardiovasculares durante la edad adulta, o para crearles traumas que acabarán conduciéndoles tarde o temprano a un restaurante de comida rápida con una escopeta en la mano.

Debo decir que desde que estoy muerto, me tomo las cosas con mucha más calma. Sí, ser un fiambre te ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva, y resulta todo un espectáculo ver como os movéis continuamente de aquí para allá, como si vuestras constantes prisas fueran a conseguir retrasar la hora de vuestra muerte, y no digamos ya hacer de vuestra existencia un periodo más placentero. Siempre me he preguntado porque  moverse continuamente de un lado a otro se le llama “vagar”, tan parecido a “vaguear”. Vais demasiado ocupados como para pararos a pensar que la gente que se ocupa de haceros ir sin parar de aquí para allá suelen estar cómodamente repantigados en un sofá, esperando que traigáis ordenadamente las miguitas de pan al hormiguero. ¿Cómo podemos solucionar, en la medida de las posibilidades de cada uno, esa situación? Tranquilos, el viejo Mortis acude al rescate con una serie de sencillos consejos:

1-      Desterrad de vuestra mente la palabra “vago/a”, sin duda inventada por la gente que está repantigada en el sofa esperando que les llevéis las miguitas de pan. La inventaron para que os sintieseis culpables por pasároslo bien en lugar de invertir ese tiempo en ir haciéndoles aún más ricos, así que ya podéis ir olvidándola. A partir de ahora sois Meditadores Contemplativos. ¿A qué mola más?

2-      Pensad que, en realidad, hay muchos grandes avances de la humanidad que han sido conseguidos por gente que no estaba haciendo nada en absoluto. Ahí voy con dos sencillos ejemplos: ¿Qué estaba haciendo Newton cuando descubrió la ley de la gravedad? Exacto, rascándose la huevada durante una buena siesta bajo un manzano. ¿Cómo descubrió Arquímedes su famoso principio? Pues sí, tumbado en la bañera dándose uno de esos baños de horas y horas que te dejan la piel como una pasa. Podría seguir con más ejemplos, pero se me está haciendo tarde para echarme la siesta, así que abreviaré: Sí queréis hacer avanzar a la humanidad, no hagáis nada en absoluto. Puede que no consigáis ningún descubrimiento significativos que inscriba vuestro nombre en los libros de historia, pero por lo menos os sentiréis mucho mejor después de estar un buen rato tumbados, y en cualquier no habréis perjudicado a nadie, lo cual, en si mismo, ya es toda una aportación.

3-      Si aún seguís teniendo cargo de conciencia, acudamos entonces a sabias eminencias literarias que os argumentarán mi razonamiento con bastante más profusión y ganas que las mías. Sí, amig@s, se han escrito grandes tratados sobre la vagancia y la ociosidad. Ahí van algunos: “Elogio de la Pereza”, de Tom Hodgkinson. “Elogio de la ociosidad”, de Bertrand Russell. “Teoría de la clase ociosa”, de Thorstein Veblen. “Un vago, dos vagos, tres vagos”, del Gran Wyoming (por expreso deseo del autor, este libro debe leerse tumbado).

4-      Bien, una vez liberados de toda culpa, y debidamente adoctrinados, ya solo queda crear un ambiente confortable para entregarnos profusamente y sin reservas a la holganza. En caso de que no tengas un buen prado soleado a mano, amenaza de muerte a tus vecinos erasmus, y cuelga un cartel de “Cuidado con el perro, yo no pago el entierro” en la puerta de tu habitación. Olvida la televisión (las sobredosis de miedo no son buenas compañías). Luz de velas, y música agradable, pues, ¿que mejor compañía que la de esos grandes profesionales del ocio que son los músicos? Y entonces,  ¡ale hop! A meditar sobre lo humano y lo divino hasta que te quedes frito, aunque acuérdate antes de apagar las velas, no vayamos a tener una desgracia. Por aquí en el cementerio ya comenzamos a andar un poco apretados.

¿A que es fácil? Quién se reserva un espacio diario para relajarse un buen rato, es mucho menos propenso a que políticos y banqueros cabrones le acaben amargando la existencia, y tengan que acabar atiborrándose de ansiolíticos, para acabar enriqueciendo por otra parte a la industria farmacéutica, otros ilustres cabronazos. No esperéis más recompensa que la de sentiros bien con vosotros mismos, lo cual no es poco, y recordad las palabras de esos grandes maestros del pensamiento como son, por un lado, los Luthiers, con “Bienaventurados los que nada esperan, pues no serán defraudados”, y por otro, de Homer Simpson, con “Sí no haces nada, no hay ninguna posibilidad de que nada salga mal”. Y después de este titánico esfuerzo intelectual por mi parte (esfuerzo intelectual que en este país no solo está poco reconocido, sino incluso mal visto), me retiro a tumbarme un buen rato. Hasta más ver.

lunes, 21 de enero de 2013

Conoce a tu enemigo



El otro día vino al cementerio un estudiante de ciencias políticas a visitar a su abuela, fallecida recientemente por el Síndrome de Gerstmann-Sträussler-Scheinker, y al guardarse el tabaco y el papel de fumar se le cayó de la cartera un libro, de cuya perdida no se dio cuenta ni en el acto, ni después de partir. Una vez desaparecido, tuve que abalanzarme rápidamente sobre la presa, anticipándome por centímetros al Señor Emeterio, en vida bibliotecario jefe de la Biblioteca Municipal de Calasparra.  Por la mirada que me echó, supe que iba a tener problemas cuando fuese a su tumba a devolver mis ejemplares de “Los Carteros rurales griegos y sus números de amortización” y “La población y otros problemas”, de los cuales ya llevaba considerable retraso. Ya en el nicho, disfruté sobremanera de mi adquisición, “No pienses en un elefante”, de George Lakoff,  padre de la Lingüística Cognitiva, y al no contarse este género entre mis lecturas habituales y no hallarme yo por tanto muy versado en la materia, quedé gratamente sorprendido.

Lakoff se centra en esta obra, publicada en 2004,  en las claves y objetivos del lenguaje político del partido republicano norteamericano en momentos anteriores a la última guerra de Irak. La sorpresa vino cuando, por lo que he escuchado en las conversaciones de los visitantes, y por lo que he leído a escondidas del periódico en la caseta del guardia, es notable como el actual equipo de gobierno español está aplicando punto por punto todas las estrategias ideológicas, estratégicas y mediáticas de los neoconservadores norteamericanos de la era Bush. El autor, fiel a la primera regla de “El arte de la guerra” de Sun Tzu, “Conoce a tu enemigo”, se mete en la piel de los conservadores para comprender sus posturas acerca de temas como la sanidad, la educación, la ley del aborto, o el matrimonio homosexual. Sin embargo, el verdadero concepto a destacar es el de los marcos conceptuales discursivos. Es más sencillo de lo que parece, y seguro que os suena: Se elige una idea que convenga a tus intereses y represente tus valores, tenga fundamentos reales o no, y se machaca una y otra vez a través de medios de comunicación afines hasta que arraigue de forma eficaz e irremediable en el subconsciente del ciudadano no crítico. Es tan simple que parece de Perogrullo. En cuanto la idea ha calado, el que coincida con los hechos o no es algo que resulta irrelevante, es más si los hechos no coinciden, estos serán desestimados a favor del marco. Pongamos un ejemplo sencillo. Todos habéis visto, leído y escuchado a los actuales responsables del gobierno que los últimos recortes en el estado del bienestar son imprescindibles y no hay alternativa. Evidentemente, cualquier persona medio avispada sabrá que esto no es cierto, ya que en lugar de recortar en educación, sanidad, o servicios sociales, podrían plantearse otros recortes como en gasto militar, financiación de la iglesia, financiación de la casa real, o en privilegios económicos de la clase política. Sin embargo, hay un problema de fondo cuando se plantean respuestas de este tipo, y el problema reside, precisamente, en que se trata de una respuesta. No es una propuesta activa, como si lo es el planteamiento de un marco conceptual discursivo, sino que es una acción reactiva. En otras palabras, que tienes que responder a lo que otros han planteado, entras en su juego, y vas a remolque.

En los últimos tiempos, da la sensación de que la izquierda española, fragmentada (no como el Partido Popular, que ha sabido aglutinar a la gran mayoría de los sectores de derecha) y desorientada, va a remolque. Están demasiado ocupados respondiendo a las acciones y ataques constantes por parte de una derecha que bombardea continuamente desde los medios de comunicación (que también controlan en su mayor parte), como para plantear marcos conceptúales propios que puedan calar en sectores sociales afines. Pero desde los pocos medios de comunicación mayoritarios que todavía le queda a la izquierda, todavía se puede reaccionar. Otro ejemplo sencillo. En este país hay gente monárquica, y hay gente que no, así que ¿Por qué no lanzar la idea de que la familia real se sustente tan solo con una parte proporcional de la declaración de la renta de la gente que decida apoyarla, tal y como se financia la iglesia? Con una casillita en la declaración, y tal. Primero se extiende la idea por blogs, redes sociales (ahí es donde patina la derecha, ya que la gran mayoría de la gente que participa en ellas n o es afín, escapa a su control, y ellos lo saben), de ahí a recogidas de firmas en plataformas como Change.Org, y de ahí a medios de comunicación afines cada vez más visibles. Hay que machacar con la idea una y otra vez. En primer lugar, la derecha la ignorará, después se reirá de ella, pero a medida que la idea vaya calando y ganando adeptos, se dedicarán a atacarla furiosamente desde sus medios de comunicación, porque estarán muy cabreados al haberse invertido la tendencia, ya que serán ellos quienes estén respondiendo y entrando en un juego que no les interesa. Entonces, sin darles tiempo a reaccionar, se ataca con otros marcos conceptuales acerca de varios temas que les puedan hacer daño y sacarles de su terreno.

Para ganar posiciones, la izquierda no solo necesita adoptar una estrategia activa en lugar de reactiva, sino asumir y definir su papel en la guerra ideológica que el PP se encarga continuamente de fomentar y llevar a su terreno. La razón por la que la derecha consigue tantos votos entre la clase trabajadora se basa no en unas medidas políticas que van en muchas ocasiones en contra, sino en presentarse como los únicos defensores de unos valores tradicionales. La gente no vota unos programas, sino unos valores. Eso es algo que la izquierda parece olvidar, y la derecha no pierde la menor oportunidad de su usar a su favor. Veamos un reciente ejemplo práctico: durante el día de hoy, Juan Ignacio Zoido,  alcalde de Sevilla (PP), ha criticado el siguiente anuncio de la  estupenda revista de humor Mongolia, por “ofender el sentimiento de los sevillanos”.


Evidentemente, cualquiera con medio cerebro se da cuenta de que los chicos de Mongolia no han pretendido en absoluto atacar el sentimiento religioso de nadie. Estoy seguro de que si lo hicieran, serían bastante más bestias, y no quedaría duda alguna. Y estoy seguro de que el señor Zoidberg, perdón, Zoido, también lo sabe. Sin embargo, con ello el primer edil presenta a su partido como único defensor de los fieles católicos ante una ofensa inexistente, además, le viene de perlas para no salir hablando de sanidad, desempleo, corrupción, y esos otros temas tan desagradables para la gente de su partido, y sobre todo, ha creado un conflicto donde no lo había. Mediante este conflicto, ya ha puesto a su favor a las Hermandades de Semana Santa de Sevilla, aun cuando algunos de sus componentes estén en paro o en riesgo de estarlo a raiz de la política del gobierno en el cual milita el señor Zoido. Así es como funciona la estrategia de polarización social de la derecha.

Así pues a la izquierda debería espabilar, generar ideas novedosas y prácticas que conecten con el ciudadano, tener claros que valores defender y como hacerlo,  no caer en tácticas de desunión, y no entrar en juegos planteados de forma tramposa y en el que están abocados al fracaso. Dentro de poco son las elecciones a Presidente del Cementerio, y estoy recibiendo presiones de partidos como “ Necrofilia Frígida” o “Putrefacción Vegana” para encabezar sus listas. A la espera de que decisión tomar, os recomiendo leer este libro, que podéis pillar fácilmente en bibliotecas públicas, del cual me despido con el siguiente extracto:


“El ala derecha ha utilizado durante mucho tiempo la estrategia de repetir frases que evocan sus marcos y que definen las cuestiones importantes a su manera. Tal repetición consigue que su lenguaje parezca normal, que el lenguaje cotidiano y sus marcos parezcan normales, modos cotidianos de pensar acerca de las cuestiones importantes. Los periodistas tienen la obligación de enterarse cuando intentan llevárselos a su terreno y deberían negarse a seguir ese camino. Los periodistas tienen la obligación de no aceptar esta situación y de no utilizar sin más aquellos marcos del ala derecha que han llegado a parecer naturales. Y los periodistas tienen la obligación especial de estudiar el enmarcado y de aprender a través de marcos motivados políticamente, incluso cuando esos marcos han llegado a ser aceptados como algo cotidiano y como un lugar común.”

jueves, 10 de enero de 2013

¡Luces, cámara, zzzzzzz!


Aquí en el cementerio uno tiene que espabilar para  entretenerse, y a lo largo del año no es que pueda uno distraerse demasiado con los visitantes más allá de fechas concretas como el día de todos los Santos, y algún que otro momento puntual. Además, desde que se extendió la moda de las incineraciones, es mucho peor.  Uno de los escasos momentos de diversión es meterse en la caseta del guarda nocturno cada vez que no puede zafarse de los constantes requerimientos de su mujer, cuya foto de carnet es panorámica, para que cumpliese con el débito conyugal. Además, estas insoportables sesiones de acoso y derribo se han visto notablemente incrementadas desde que la señora se halla enfrascada en la lectura de las dichosas sombras de Grey de los cojones. Pobre hombre.

 Aquella noche fue uno de mis vecinos, Juan Manuel Espárrago Trigero, quien vino a mi tumba a despertarme para decirme que no había moros en la costa, y nos dirigimos prestos a la caseta. Un buen tipo, Trigero, aunque prueben a compartir eternidad con un tipo que murió por triquinosis. Una vez en el puesto de guardia, nos repantigamos en el sofá en que el ilustre guardián de nuestro reposo eterno, simpre vigilante ojo avizor, se echaba unas siestas de órdago, y procedimos a ver la película de la semana en TVE, aún teniendo que resignarnos a los histéricos y desaforados gemidos de placer de Dª Paca, y de los aterradores y desesperados gritos de socorro de su marido. El ente público, fiel a la programación de calidad y de total compromiso con el telespectador que había implantado desde el pasado cambio de gobierno, había programado una película de estreno de hace cincuenta años. Película a la que tuvimos que esperar que terminar la edición nocturna del telediario, en la que se nos informó de que la monarquía goza de una salud envidiable y aceptación popular sin precedentes, de que el partido socialista es culpable de todos los males, pestes y plagas bíblicas desde los tiempos del diluvio universal, y, además, de que los catalanes se comen a la gente. Una vez nutridos de información veraz, objetiva e imparcial, procedimos a dar paso a la última del John Wayne, del cual, si está de tan rabiosa actualidad en cartelera, no nos explicamos porqué hace tiempo que no estrena ninguna nueva. Estará al caer, sin duda.

 Algo que Juan Antonio nunca se explica es mi incapacidad patológica de aguantar despierto más de veinte minutos cuando me dispongo a visionar una peli en horario nocturno bien apalancado en mullido y cómodo sofá. Ya me pasaba estando vivo, y por lo que puedo recordar, no era el único con semejante problema. Según creo, somos miles, millones tal vez desparramados a lo largo y ancho del planeta. Así que quiero aprovechar para realizar un llamamiento a los responsables de los grandes estudios hollywodienses, a los gestores de la cada vez más boyante industria india del cine, y también, por supuesto, a los grandes magnates del cine español, aunque a estos últimos me dirijo con la mayor humildad, seguro de que no necesita ningún consejo dado su tradicional aclamación por parte de crítica y público, y de ahí su estratosférico éxito de taquilla. Queridas mentes pensantes del cine, déjense de hostias con los remakes y secuelas varias. Créanme, hay un amplio sector de público potencial que todavía, incomprensiblemente, no han explotado: el de aquellas personas que, irremediablemente, nos quedamos fritas a los veinte minutos de película. Así que, ¿Porqué no hacer películas donde toda la trama se plantee y resuelva durante los primeros veinte minutos de peli? Luego, si quieren, pueden añadir un montón de metraje donde incluyan tiros, hostias, explosiones, sexo, chistes malos, y todo lo que les de la gana, por eso de que les dejen concursar en grandes festivales y pescar subvenciones. Puedo sustentar mi teoría con ejemplos prácticos. Piensen en “Titanic” (11 Oscars). ¿Qué es lo único que mola de las casi cuatro hora de película no aptas para diabéticos? Exacto, los veinte minutos finales, cuando el barco se va al carajo y Di Caprio la palma (¡¡die, fuckin’ baby face, die!!). Y sin ir más lejos, pensemos en el reciente estreno de “Zero Dark Thirty”, basada en la caza de Bin Laden. ¿Realmente hacen falta casi tres horas de metraje para una historia cuyo final ya conocemos? Podría seguir aportando ejemplos, pero me parece que ya han captado el mensaje, ¿verdad? Así que por favor, no titubeen en dar inicio a esta nueva modalidad cinematográfica, seremos millones, vivos y muertos, los que les estaremos eternamente agradecidos.

Hallábame absorto en estas profundas meditaciones, a ronquido pelado, cuando Trigero me despertó arreándome un capón que hizo que se me desprendiese media nariz y la oreja derecha. Así me hacía saber que el guardia regresaba a la garita, y aun desde lejos pudimos apreciar un desencajado rictus de terror que nos provocó escalofríos. Recogí nariz y oreja al retortero, y sigilosamente entre las sombras, regresamos cada uno a nuestro nicho, hasta más ver.

viernes, 4 de enero de 2013

Mirar hacia otro lado

"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí"
Bertolt Bretcht, dramaturgo y poeta alemán  (1898-1956).


Ignoro si Germán Valenzuela, gerente de la mítica sala Black Note Club de Valencia, ha leído o no a Bertolt Bretch. La Sala ha saltado en los últimos días a los medios en cuanto estos se han hecho eco del concierto que va a celebrar allí el grupo neonazi italiano Killer Sorpresa el próximo 11 de Enero. Tal y como resaltan los medios, este hecho resulta especialmente contradictorio si tenemos en cuenta que la Sala ha contado históricamente con una extensa programación dedicada a la música de raíces afroamericanas en todas sus vertientes. Como era de esperar, las redes sociales han ardido con airadas protestas, aunque más allá del monumental patinazo (hay fuentes dentro del circuito musical que aseguran que a Germán se la han metido doblada ya que en ningún momento supo a quién realmente estaba alquilando la sala), llama la atención la actitud del gerente, que lejos de reconocer su error, lo cual le hubiera honrado, se negó en un primer momento a cancelar la actuación, utilizando argumentos como (atención) "yo vendo copas y pongo músicos, yo soy apolítico", o "como aquí no tenemos Belén Esteban  les ha dado por meterse con nosotros, en lugar de hablar de Bankia o de otras cosas más importantes". Os aseguro que, en ambos casos, he citado textualmente.

Tan solo la comprensible presión en las redes sociales, con amenazas de boicot incluidas, denuncias presentadas a la fiscalía por parte de grupos políticos y asociaciones contra la intolerancia, y, sobre todo, el anuncio de cancelación de varios grupos musicales de sus próximos conciertos en el local, están forzando a Germán a reconsiderar su decisión. El que estás líneas suscribe, malpensado por naturaleza, se pregunta en que puede haber detrás de la decisión inicial de mantener la actuación. Nadie es tan estúpido como para no saber que, a la larga, el local podría haber perdido mucho más de lo que habría ganado celebrándola esa noche, y no creo que precisamente un gerente que ha mantenido un negocio durante veinte años sea estúpido. Entonces, ¿que hay detrás?

Dese hace tiempo, corre el rumor entre las fuentes entro del circuito musical anteriormente citadas de que el señor Valenzuela ya no controla el negocio en su totalidad. Hay un misterioso socio poniendo dinero. Hasta este punto puede resultar comprensible. Desde la implantación del 21% del IVA, la situación por la que atraviesan la salas de conciertos (al igual que otros locales culturales) de la ciudad de Valencia es, por decirlo suavemente, muy, muy complicada. Más de un propietario reza para que aparezca, como agua de mayo, algún socio dispuesto a poner pasta en el negocio en tiempo de necesidad. El problema es si eso implica caer en el todo vale, porque los socios misteriosos pueden tener otros socios misteriosos, con contactos misteriosos, amigos misteriosos, e intenciones misteriosas, lo cual me lleva a pensar que el problema puede ser más profundo.

Históricamente, en tiempos de crisis económicas, el capitalismo ha echado mano del fascismo para mantener el orden social a través del miedo, una vez ha fallado el recuso de la manipulación mediática. Los grupos fascistas, que parecen vegetar del mismo modo que células durmientes, no surgen de forma pública de repente de un momento a otro, como por casualidad. Grupos políticos y económicos de derechas les financian, organizaciones legales y judiciales les amparan y protegen, utilizándoles como brazos armados, una vez se sienten temerosos de perder su estatus a merced de un estallido social . Todos tenemos en la mente los grupos fascistas recorriendo las calles atemorizando y agrediendo a inmigrantes, homosexuales, y a cualquiera que no muestre miedo y sumisión. Pero para eso, hace falta un paso previo: crear un contexto ideológico.

Para crear ese contexto, hace falta propagar las ideas en páginas de libros, en salas de teatro, en salas de conciertos... mientras son apoyados por intelectualidad y medios de comunicación afines. El objetivo es arraigar en un subconsciente colectivo que busca un responsable a su estado de miseria y desesperación. Un culpable al que sea posible batir, ante la imposibilidad de derribar a los etéreos, inaprensibles e imbatibles poderes fácticos. Voila: El poder ha desviado la atención, y el pueblo tiene sus cabezas de turco.  La herramienta que ha posibilitado el milagro es el fascismo. Y esos grupos fascistas financiados, a través de intermediarios, siempre intentarán presentarse como tabla de salvación de editores, promotores, propietarios de salas, y gestores culturales en general en una situación desesperada, que  tal vez crean que la cosa no va con ellos, que pueden mirar hacia otro lado mientras puedan sobrevivir.

Ignoro si el gerente de Black Note se ha visto o no con las manos atadas en todo esto asunto, ignoro si sabía donde se metía o no, aunque eso no le justifica. En la desesperación por continuar con su negocio a toda costa, se ha convertido en el enfermo de gangrena que por salvar el pie acaba pegándose un tiro en la sien. Creo que el concierto del Black Note ha sido un globo sonda, un experimento para comprobar el nivel de tolerancia de la gente antes de enfrentarse al fascismo. Y de lo que estoy seguro es de que lo volverán a intentar, en otro momento y lugar cercanos, de una forma mucho más sutil e inesperada. Para ellos es fundamental crear un caldo de cultivo, un contexto propicio, y por eso no van a faltar serpientes a la vuelta de la esquina tentando con un montón de manzanas. Por eso, aunque no nos toque directamente, aunque creamos con que basta no ir a tal concierto, no ir a tal obra, o no leer tal libro, no podemos mirar hacia otro lado. Porque se cancele o no, esto no acaba con el concierto del Black Note. Esto acaba de empezar.

jueves, 3 de enero de 2013

Zombies Fachas

Unas palabras sobre "The Walking Dead": Podría ser un producto de entretenimiento ameno e interesante,   si no fuese por su mensaje ideológico abiertamente fascista y reaccionario. Las señales son más que evidentes:

1. De entre todas las razas y sexos de que se compone el grupo de supervivientes, ¿Quién es el protagonista principal? Efectivamente, un WASP en toda regla (Blanco, Anglo Sajón, Protestante). ¡Oh yeah, el especimen destinado a liderar la tierra de los libres y de los justos! Podéis para de leer para vomitar, lo entenderé...

2. El protagonista, líder del grupo, of course, es para mas inri un oficial de la LEY, líder autoproclamado que trata de garantizar un ORDEN fundamental para la supervivencia del grupo.

3. La motivación principal del líder consiste en procurar la supervivencia de su FAMILIA, dejando clara la estructura familiar como único nucleo de organización social que garantice la paz y el bienestar, núcleo a proteger en un mundo apocalíptico. Me sorprende que aún no les haya dado por sacar en pantalla a zombies gays o con camisetas con la cara de  Obama. Al tiempo.

4. La mujer del líder queda embarazada durante la segunda temporada, y ante la breve y fugaz duda planteada sobre la conveniencia de alumbrar una nueva vida en un mundo donde no se puede garantizar su desarrollo, su felicidad, ni si quiera su supervivencia, se opta por alumbrar al bebe a costa de lo que sea. Mensaje ANTI ABORTISTA PRO VIDA.

5. El personaje que simboliza la duda sobre el suicidio a lo largo de las dos primeras temporadas, Andrea, evoluciona de querer quitarse la vida, a raíz de argumentos que pueden ser compartidos a o no, pero no dejan de tener su lógica, a convertirse en una mujer fuerte, segura, y que amante de las armas. La mujer que Sarah Palin querría como nuera, vaya. Sin embargo, este mensaje no era suficiente, así que los guionistas decidieron llevarlo un paso más allá. Andrea anima a Beth a tomar su propia decisión sobre el suicidio durante la segunda temporada, mientras que la postura ideológica ANTI EUTANASIA de la serie ebe resultar clara e inequívoca. ¿Como resolvemos esto? Fácil. Acercamos a Andrea del lado de Shane, que va adquiriendo un rol cada vez más progresiva e irreversiblemente negativo a medida que transcurre la serie.  Andrea ha sido seducida pues por el Lado Oscuro de la fuerza a ojos del espectador, y su razonamientos carecen de este modo de validez a ojos del espectador poco avispado.

6. Analizemos ahora el personaje de Shane, que si bien parte del bando del lider, se desarrolla con el estigma de representar una amenaza para la unidad familiar, recordemos, totalmente inviolable. Además, Shane trata de refolurmar y adaptar su escala de valores al mundo en el que vive, tratando de superar valores tradicionales como familia, ley, orden y superando su lealtad hacia un líder de principios rancios u caducos que ni siquiera se planeta el debate. Shane se ha convertido en el "Enemigo Interior", más peligroso que los propios zombies, se ha convertido a su manera enfermiza en un mundo enfermizo (agarrense a las sillas, atención a la gente que lleve marcapasos) en ¡¡¡¡UN PROGRESISTA!!¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!! Querid@s amig@s, todo el mundo sabe que La Gente De Bien cuenta con unos principios sólidos  inviolables e inamovibles, que no admiten discusión y que jamás pase lo que pase debe plantearse en adaptar a los tiempos que corren, pues ello supondría el fin de la sociedad, el mundo, el universo, y lo que es peor, el modo de vida americano. Y hasta ahí podríamos llegar. 

7. Evidentemente, hay que meter protagonistas de otras razas para aumentar la cuota de audiencia, aunque con un rol totalmente secundario, por supuesto. Así pues, tenemos a un negro con nombre de pandillero, y a un asiático al que llega un punto en que se trata de dotar de mayor protagonismo. ¿Con que fin? El asiático trata de superar su rol secundario para tratar de aspirar al liderato, y no solo se muestra incapaz llegado el momento de la verdad (se queda de piedra durante un tiroteo, y es el lider y otro wasp los que tienen que salvarle el trasero) sino que no acaba muy bien (me ahorraré spoilers). Esto...exactamente ¿que nación asiática representa el mayor rival al que está teniendo que enfrentarse EEUU durante los últimos años por la SUPREMACÍA ECONÓMICA, y por tanto, por el LIDERATO MUNDIAL? Bingo, querido lector. La verdad, podrían haber sido un poco más sutiles. 

Podría seguir un rato más, y aunque admito que este post tiene la misma profundidad psicológica que cualquier diálogo de las pelis de Kevin Smith, con algo tenía que empezar. Si queréis ver zombies sin que os coman la piña de forma subliminal, tan solo tenéis que ir a un centro comercial los fines de semana, o ver cualquier telediario cada mediodía. De nada.